Esta mañana pasaba por la avenida Baralt de Caracas, la cola era insufrible, pude notar que los conductores de buses por puesto, se paraban atravesados entre los dos canales, además no lo hacían en la parada, se aglomeraban en las esquinas, ocasionando el congestionamiento total de la vía, ¡ocupaban toda la calle pues!
Miré de un lado a otro y no vi a ningún fiscal de transito, policía o autoridad que interviniera en la caótica situación y pensé: "Esto es lo que se llama la anarquía en pasta".
Sin embargo, luego de llegar a esa penosa conclusión (tan trillada), me quedé pensando: ¿por qué somos así? ¿por qué además los peatones no cruzan por las esquinas y por el rayado? ¿por qué cambia el semáforo a rojo y muchos conductores se quedan atravesados en medio de la calle impidiendo el paso de los otros? ¿por qué los motorizados transitan por las aceras? ¿por qué le tumban los retrovisores a los vehículos? ¿por qué a nadie parece importarle nada, ni respetar nada en medio de tanta anarquía? La respuesta es que tenemos un solo problema: sufrimos de anarquía inoculada e hipnosis colectiva.
Muchas cosas se desprenden de lo anterior, no estamos hablando solamente de un problema de tráfico, sino de que este tipo de actitudes irrespetuosas, descaradas e indiferentes que se repiten diariamente en casi todos los aspectos de nuestras vidas: en el hogar, el trabajo, las universidades, las escuelas, los sitios de esparcimiento publico, es decir, en todos escenarios en donde compartimos o convivimos día a día.
Al parecer el tiempo ha pasado y en lugar de evolucionar, hemos involucionado, parece que ahora los anti-valores están de moda, los buenos modales quedaron en el olvido, el respeto por los demás, el pudor, la amabilidad, las normas de cortesía, entre otros, pero ¿Qué nos pasó? ¿que fue lo que hicimos? ¿cómo llegamos a esto?.
La respuesta a eso es algo complicada, pero en mi opinión creo que no es accidental que actuemos así, creo que la sociedad se ha convertido en esto porque hay mucha gente de poder a la cual le interesa que estemos así, embrutecidos, envilecidos, pervertidos en nuestro trato, indiferentes, llenos de egoísmo, superficialidad, irrespeto , violencia y hasta estupidez.
La televisión de hoy día, los clichés sociales, el Internet, la distracción, las películas y novelas, la violencia, los gobiernos, la manipulación, el lenguaje violento y escatológico, los artistas, la moda de la estupidez, las revistas, la superficialidad, el culto a la belleza, el consumismo y pare usted de contar, han sido las herramientas perfectas para inocular en el sub consciente del colectivo la indiferencia, la ignorancia, la banalidad, los anti-valores, en fin, todo lo negativo y disfuncional.
El bombardeo ha sido por todos los flancos y creo que muy poca gente lo ha notado, somos atacados todos los días en una guerra que no es visible a ningún ojo, pero realmente estamos perdiendo la batalla, parece que la hipnosis está dando excelente resultado a los que la ejecutan, ya que en estado de distracción e hipnosis, de ignorancia y analfabetismo funcional somos más fáciles de engañar, de manipular, de convencer, mientras ellos, los poderosos, siguen haciendo con el mundo lo que le viene en ganas, mientras los pueblos, como pendejos siguen distraídos en todo este mundo globalizado de estupideces.
No se cuantos han notado que estamos en medio de esta guerra, si usted esta leyendo esto y aun no entiende de lo que hablo, tal vez está demasiado hipnotizado o quizás sea yo el que está demasiado loco.