domingo, 20 de mayo de 2012

"El Pasajero de Truman..."

Recientemente leí un libro muy interesante del abogado, internacionalista, profesor universitario y escritor venezolano Francisco Suniaga titulado: "El Pasajero de Truman", el cual narra en forma breve pero precisa, los detalles mas relevantes de la vida de otro compatriota desconocido por muchos de nosotros como lo fue el doctor Diógenes Escalante, quien al servicio del país desde el año 1905 a 1945 hizo un extraordinario servicio a la patria como diplomático, y que por motivos muy desgraciados de salud no pudo llegar a la presidencia de la República en la etapa culminante de su carrera en 1945 (de mas está darles mi recomendación de realizar la lectura de este libro).

Los detalles de su vida, muy largos e importantes como para pretender hacer una síntesis en estas lineas, me llevaron a una reflexión que de alguna manera yo intuía, pero desconocía exactamente la raíz de dicha problemática y su relación con el pasado y el presente de nuestro país, ya que por años yo venia escuchado que nosotros los venezolanos siempre estábamos a la espera de un mesías, el cual por obra y gracia del espíritu santo, con inteligencia suprema y con una espada libertadora nos resuelva todos los problemas de un solo zarpazo e inclusive nos convierta en un país rico de verdad de la noche a la mañana.

Desde la muerte de "Simón Bolívar el Libertador" una seguidilla de presidentes, gobernantes, dictadores con disfraces democráticos y pare usted de contar, han tomado para si mismos la figura de Bolívar, usándola a su antojo y conveniencia para someter, emocional, cultural y económicamente a todos los venezolanos, presentándose como unos mesías que vienen a liberarnos de la opresión de los diversos "imperios" que amenazan nuestra independencia y por supuesto, con una partida de aduladores aupándoles para beneficiarse, y otra partida de ciegos creyentes, esperanzados y utilizados, aplaudiendo a su supuesto salvador, es triste...

Gómez fue un ejemplo de ello, al poner en cada plaza de cada provincia de la fecha una estatua de Simón Bolívar destacando su admiración por el Libertador, admiración que le costó al país 27 años de dictadura gomecista y 35 años de atraso en el siglo 20, atraso que ademas los siguientes gobernantes supieron endosarse muy bien al ser consecuentes con la política absurda del populismo y los nacionalismos mal infundados y pésimamente entendidos hasta la fecha.

Tal vez si el Libertador hubiese sabido que su imagen y su conquista de la independencia, iban a servirle de excusa e inspiración a los futuros caudillos del país hasta nuestros días, para hacer y deshacer o enriquecerse a su antojo y voluntad, probablemente lo hubiese pensado dos veces antes de emprender ese camino, pero yo creo que de alguna forma él lo sospechaba al decir que "solo cuando se consolide la unión el bajaría tranquilo al sepulcro", y creo que aun no baja, porque hasta ya han tenido la osadía de tomarse la libertad de en su nombre desenterrar sus restos con banales e incomprensibles argumentos, esto también es muy triste... 

Tengo la certeza de que el concepto de unión debe rescatarse de las palabras de Simón, ya que solo unidos lograremos crecer como país, "en la unión esta la fuerza" y esto se contrapone absolutamente a la idea de un solo individuo, de un jefe máximo, en otras palabras: de un mesías.

El crecimiento es unificarnos como país, ya nadie tiene que libertarnos: somos libres y "tampoco tenemos problemas, solo tenemos necesidades y hay que abastecerlas para evitar que se conviertan en problemas", en mi opinión el máximo problema a resolver hoy día es justamente acabar de una vez por todas con esas ideas mesiánicas libertadoras, de independencias ideadas y nacionalismos trasnochados que pretender seguir siendo una cortina de humo que nubla la vista del ciudadano para que éste no pueda ver la realidad, y esa realidad es que no necesitamos libertadores mesiánicos, necesitamos gerentes y verdaderos gobernantes que sepan distribuir la riqueza de nuestro petróleo por igual a todos los venezolanos y que sientan de verdad amor y respeto por Venezuela.
    
Lamentablemente, la persona que se adelanto a su época con estas palabras y pensamientos, partió tristemente de Venezuela en un vuelo el 3 de septiembre de 1945, en un avión que el Presidente norteamericano Harry Truman, envió para buscar a su amigo enfermo y convaleciente, llevándose consigo la incógnita que por siempre quedará para nosotros, sobre como sería Venezuela hoy día si hubiese llegado en aquel año a la presidencia  El Dr. Diógenes Escalante, es decir, "El Pasajero de Truman".

Como siempre destaco que son mis opiniones, pudiera estar equivocado.

Me despido recordándoles que "La sonrisa está al alcance de la cara".

Hasta la próxima, un abrazo.












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