jueves, 30 de agosto de 2012

Siempre es bueno que haya un jala bolas...

Una vez me encontraba en un taller mecánico de un amigo de la familia, éste estaba reparando un vehículo acostado de espaldas en el piso con medio cuerpo debajo del carro semi levantado por un gato hidráulico y el amigo en cuestión hacia grandes esfuerzos estirando su brazo en toda su extensión para alcanzar una herramienta a la cual no tenia alcance por escasos 10 centímetros aproximadamente.

Todos los presentes veíamos la escena como a 4 metros del sitio y antes de que nosotros reaccionáramos a ayudar al mecánico para acercarle la herramienta, un joven que siempre merodeaba en el taller en busca de cualquier mandado para ganarse una propina se nos adelantó y le alcanzó la herramienta al hombre tendido en el suelo que de inmediato mirándonos con sarcasmo dijo: ¿Se dan cuenta? ¡siempre es bueno que haya un jala bolas! 

Aquella frase que además era la primera vez que la oía me resultó muy graciosa a mi y al resto que sin medir el bochornoso episodio por el que pasaba aquel muchacho con tan buena disposición, nos reímos a carcajadas sonoras y burlonas... que pena.

Al cabo de un tiempo y superado este incidente y analizando muchas de las situaciones que nos van pasando en la cotidianidad de la vida, me doy cuenta que para muchos siempre es bueno que haya un jala bolas, pero uno de verdad, es decir, uno con el que se pueda contar para taparse de cualquier error cometido, uno que sin titubear ponga su palabra e imagen en entredicho por salvar una maltrecha reputación que podría agravarse en momentos de riesgo, uno que jure de rodillas en tierra ante Dios, su madre y sus semejantes que alguien es el mejor y ha hecho lo mejor sin importar si sea cierto o no, o un jala bolas que aplauda o se ria de cada mal chiste que alguien cuente para que no se note lo ridículo, estúpido o lo malo que fue, etc... ¡estos serian unos jala bolas de lujo!

Pero aunque ustedes no lo crean los jala bolas así no existen ¿y saben por que lo afirmo con tal seguridad? porque cuando una persona se ocupa de realizar estas tareas "Jalabolísticas" por el interés de recibir o porque esta recibiendo algo o mucho a cambio, o porque simplemente sabe demasiado de a quien parece que le jalara bolas, entonces esta persona no es un jala bolas, este ser es un rolo de vivo e inmoral de primera que sabe aprovechar muy bien las situaciones, que domina el campo del descaro y la sinvergüenzura y por supuesto que termina sacando mucho provecho de aquello que al ojo inadvertido pareciera jaladera de mecate, pero que al ojo de quien esto escribe parece simple, llana y grotesca corrupción.

De todas maneras, la próxima vez que alguien les haga un favor recogiéndoles algo que se les cayó o tenga alguna cortesía con ustedes, agradézcanle grandemente porque éste es alguien muy servicial y atento, por otra parte, en el caso de que ustedes les deban favores a ésta persona reflexionen y recuerden, que aunque ustedes no lo crean, siempre es bueno que haya un jala bolas.

Como siempre es mi opinión, tal vez yo pueda estar equivocado, me despido de uds...

Recuerden que "La sonrisa está al alcance de la cara"

Un abrazo, hasta la próxima.



lunes, 27 de agosto de 2012

¿Quién manda a quién?

Desde que tengo uso de razón recuerdo que siempre ha habido una fuerte pugna por ocupar los cargos públicos, desde el presidente de la república hasta un alcalde de el mas remoto pueblo, esto sin mencionar los cargos en cualquier ministerio que te provean de una "chapa" o carnet que te otorgue cierto "poder" sobre el resto de los demás mortales que habitamos este atribulado país, pero ¿con qué propósito se quiere tener este cargo público y para qué se quiere usar? Por otra parte, ¿obtienen el cargo público para servir o para ser servidos como reyes? y en todo caso: ¿cuál es la función de un funcionario público? ¿ser nuestros jefes? 

Muchas veces me ha pasado que voy en por la calle en el pesado tráfico de la ciudad y de pronto todo el río de automóviles es detenido por fiscales y policías para agilizar un canal de la avenida y dar paso a una caravana de escoltas que protegen a un funcionario público, entre 7 y 10 camionetas negras último modelo, unos 10 motorizados uniformados y armados, y en fin, en algún vehículo de esos va el "servidor público" en cuestión, aislado del mundo, de la chusma, del polvo y el hollín que circula en la vía bajo las narices de los otros ciudadanos mortales que transitan las calles sin esos privilegios y sin esa seguridad que disfruta el empleado del gobierno.

Otras de las ventajas que se otorgan a un trabajador del gobierno es que obtienen una investidura inalcanzable y sublime, es decir, suben de plano y pasan a ser divinidades a las cuales no se les puede responder, ni pedir explicaciones, ni mucho menos hablarles sin permiso porque sería un irrespeto a dicha divinidad que está por encima del resto de los ciudadanos por una sencilla razón: ¡tiene un cargo público!

Total que podría poner una gran cantidad de ejemplos de lo que significa ser un empleado público por estas latitudes, pero la pregunta es: ¿Realmente son los empleados públicos desde el presidente de la república hasta un portero de ministerio nuestros jefes? ¿En realidad nosotros los ciudadanos tenemos vivir en estado de genuflexión ante la mirada altiva de los llamados gobiernos? ¿Será cierto que ellos son los que nos mandan y nosotros somos los que obedecemos y además son los dueños de todo y nosotros los dueños de nada? Yo creo que no...

Veamos esto en forma concienzuda: ¿Que significan las palabras servidores públicos? ¡que sirven al público! ¿y quienes somos el público? ¡Nosotros! entonces ¿por qué nosotros les tenemos que rendir pleitesía? ¿Por qué tenemos que verlos como nuestros superiores? ¿acaso fueron electos para hacer de nosotros sus esclavos o para administrar en forma eficiente los ingresos de la nación? 

Yo creo que los ciudadanos del mundo, especialmente los de nuestra querida América Latina deberíamos hacernos muchas preguntas como éstas  y de una vez por todas comenzar a pensar de manera correcta, es decir, asumir la jefatura de nuestros países delegadas en los jefes del gobierno, exigirles trabajo real y no demagogia  y dejar de ser los pendejos que aplauden y bajan la mirada, porque ya basta que los gobernantes vivan de nuestras ilusiones y miedos, del atraso, de la ignorancia y la estupidez nuestra.

Ellos no son superiores a nosotros, ellos no son mesías ni salvadores, ellos no son reyes dueños de todo, son gente como tu y yo que son electos para desempeñar un cargo público, y en consecuencia como funcionarios deben rendir cuentas en sus cargos, deben ser eficientes en el manejo de los recursos que son de todos y los ciudadanos debemos vigilar porque eso sea así.

Ya ha pasado demasiado tiempo y es hora de que tanto ellos como nosotros entendamos: ¡quién manda a quién!

Como siempre les digo, esta es una humilde opinión, tal vez yo pudiera estar equivocado...

No olviden: "La sonrisa está al alcance de la cara"

Un abrazo y hasta la próxima.







viernes, 24 de agosto de 2012

"Derrame cerebral mierdístico... "


Hace algún tiempo atrás, mientras hacía un curso de locución un profesor de dicción me dijo: Denis, ser locutor requiere de mucho esfuerzo y dedicación, es duro llegar a posicionarse, nadie te ayudará y si eres bueno serán peores contigo, tratarán de que no llegues, lo harán por temor! Anda con calma y cree en ti, no trabajes para ser famoso, trabaja para ser bueno y si la fama llega, llegará sola... 

Una vez terminadas estas palabras me quedé pensando que mi profesor era un poco exagerado y también pensé que tal vez habría tenido algunas experiencias desagradables y por eso tenia este tipo de pensamientos, hoy día le entiendo, las cosas llevan un trasfondo... 


Algunas personas (para no generalizar) sufren de lo que yo llamo "derrame cerebral mierdístico" la cual es una afección que limita notablemente las funciones cerebrales de la humildad, la solidaridad, la sinceridad y el enfermo presenta los siguientes síntomas: No permite que la persona que la padece vea en los demás cualquier talento, algo que alabar, una cosa positiva que decir, es decir, no hay nadie que les impresione porque ellos (dentro de su derrame cerebral mierdístico) piensan que nadie les va a enseñar nada que les asombre, o que sea tan bueno como ellos mismos y que no tienen nada que aprender de los demás... ¡que penosa enfermedad!

En la vida nos encontramos con muchas personas afectadas con esta enfermedad, generalmente éstas personas han tenido éxito en su vida, de hecho es una de las causas principales de la terrible afección, sin embargo, debemos aprender a vivir con ellas, recordando a cada momento que son victimas de su propio ego, de sus logros y del halago desmedido y "jalabolístico", patología de la cual también estaré hablando próximamente en estas humildes líneas.

De cualquier manera hay que seguir adelante y cada vez que nos encontremos con este tipo de enfermos recordemos lo siguiente: Este sufre de "derrame cerebral mierdístico", solo me teme y además no ve con claridad... así de esta manera no sufriremos los embates y comentarios intimidatorios y despectivos de estas personas y demostraremos nuestra claridad en mantenernos en equilibrio con la realidad.

Como siempre me despido diciendo que esta es una humilde opinión y que tal vez yo pudiera estar equivocado...

Recuerden que: "La sonrisa está al alcance de la cara"

Un abrazo.