sábado, 10 de noviembre de 2012

Y quedando en el olvido…



El pellejo en las cobijas,
Las lagañas en los ojos,
Así comienzan mis días,
Sin ponerme los anteojos…

La flojera indescriptible,
Trato de espantar al acto,
Pero de eso no me jacto,
¡Porque me cuesta una bola!

Abro el grifo con angustia,
Rogando a Dios que haya agua,
Para irme bañadito,
A trabajar pa' la chamba…

Una vez ya bien vestido,
Con los trapitos de siempre,
Salgo rápido a la calle,
¡Pensando en mi mala leche!

Poniendo un píe en la calle,
Al bajar del ascensor,
Voy pidiéndole a Diosito,
¡Que no me asalte un ladrón!



Después me interno en la selva,
Con sus muros de concreto,
Donde hay tanto tipo arrecho,
Por vainas que yo ni sé,
Pero dispuesto estaré,
A pasar por alto insultos,
Pa’ no caer en el culto,
¡De la arrechera también!




Si sintonizo la radio,
Un poco e’ bobos hablando,
Que si el "aipad", que el "aifón",
¡Es mojonearse escucharlos!
¡O volverse maricón!

Otros pendejos amargan,
La mañana con política,
Que si el Chávez, que si el otro,
¡Con demencia paralítica!

Hay otros por el contrario,
Ni política, ni aifón,
                                                                                     Pero son más chabacanos,
                                                                                  ¡Que un dulce de chicharrón!


Después de cambiar tanto el radio,
Al fin llego a la oficina,
Ya cansado y medio arrecho,
A enfrentar mi jefecita…

La tipa llega temprano,
A joder y echar varilla,
El  “marío” no la quiere,
¡Y por eso es tan ladilla!

Después de tanto rogar,
Para que sean ya las cinco,
El reloj ya me señala,
¡Que me pare y pegue un brinco!



Cansado y escoñetado,
Al fin regreso a casita,
La buena de mi mujer,
Ya me preparó cenita…

“Come mi amor” dice ella,
Pa’ que uno siga engordando,
Y mientras yo vaya rodando,
Ninguna "perra" de afuera,
¡Le monte el ojo a este encanto!


¡Esa vaina no me importa!
Total uno tiene labia,
Más aún si uno es feito,
Pero con alguito e’ plata.

Una vez acostadito,
Otra vez en la camita,
Pienso que ganarse un Kino,
Es lo mas bueno en la vida…





Y pensando mariqueras,
Me vuelvo a quedar dormido,
Olvidé otra vez rezar,
¡Pa’ agradecer lo vivido!

Eso si, sin falta alguna,
A las cinco e’ la mañana,
Suena mi puto reloj,
Para arruinar mi soñada.

Y así comienzo otro día,
Como muchos que he vivido,
Del trabajo pa’ la casa,
                                                                                     Y quedando en el olvido…



Saludos a todos y no olviden: "La sonrisa está al alcance de la cara"

Un abrazo, hasta la próxima... 

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